Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios.
Romans 4:20

Cuando leo a cerca de la vida de Abraham me detengo y me pregunto como el continúo con esa fe tan incansable y como dejó su tierra y se fue a tierras desconocidas de las cuales no sabia nada. En la medida que siguio viviendo por fe el siguío y no se rindío, se mantuvo firme con la mirada puesta en las promesas de Dios. La razón por la que creo que Abraham nunca se rindío fue porque creyó firmemente en la palabra de Dios, cuando momentos de dificultadad y desánimo vinieron a su vida el recordó a su Dios y sus promesas y esto mismo lo ayudó a no perder la esperanza. En la manera en que Dios proveyó y extendió su territorio Abraham pudo ser testigo de la fidelidad de Dios y esto hizo aumentar su fe y lo hizo más fuerte. Dios comprobó su fidelidad para con El. El creyó en lo más profundo de su ser que seria padre a muchas naciones. El creyó que si sacrificaba a su hijo Isaac que el mismo Dios lo resucitaría de la muerte. El esperaba la promesa en vida pero más que esperar en la promesa en vida la palabra dice que Abraham esperaba ansiosamente la ciudad cuyos fundamentos fueron contruidos por el mismo Dios. El tenia la clara perspectiva de que hay más que esta vida en la tierra y que todo es temporal. El diario vivir de Abraham era un caminar en fe. Hoy pidamosle a Dios que nos ayude a vivir una vida como la de Abraham una vida de obediencia confiando en Dios por su diaria provisión y guianza, que podamos creer en su palabra y promesas para nosotros y poner nuestra mirada en las cosas eternas y nunca perder la fe.
- Carolina Pflucker
Comments