Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Oseas 11:4
El Señor es compasivo y justo;
nuestro Dios es todo ternura. Una de esas mañanas, en esos momentos en los cuales estás despertando, sentí a Dios como si estuviese observando mi amanecer. Inevitablemente sentí su dulce presencia y fue como que me estaba esperando con esos lazos de amor, listo para enlazarme y abrazarme aun antes de que comenzara mi día. Y es que no es cuestión si voy a fallar o no, sino más bien cuando fallaré?. Nosotros hacemos siempre el intento, pero no lo tenemos todo figurado, luchamos con hábitos y pensamientos, pero caemos en lo mismo, flaqueamos y muchas veces queremos tirar la toalla. Querida amiga, estamos todas en el mismo desafío, necesitamos un salvador para ayudarnos y rescatarnos. Así nos sucede tal como al pueblo de Israel, de esas veces que nos alejamos de Dios y no lo reconocemos en nuestras vidas. Y por ello caemos en nuestro propio lío. Sin embargo, son los lazos de amor y ternura de Dios que nos atrapan y suavemente nos jalan al redil cuando somos débiles. El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura. Sus cuerdas de bondad y paciencia nos conducen a nuevos comienzos, y eso hace que no nos cueste dejar el pecado. No podemos resistirnos a tal enamoramiento de Dios. Déjate llevar por esos lazos amorosos del buen Padre, del buen Pastor y del dulce Espíritu de Dios.
