“Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá alegría.”
Salmo 30:5
¿Por qué se hacen más largas las penas y más agudas las preocupaciones en la noche?
¿Por qué en el desierto hay soledad y desesperación? ¿Porque en prisión hay encierro y desaliento?
¿Por qué en la debilidad hay ahogo y falta de fuerzas?
¿Por qué no se puede ver la luz en la oscuridad y el túnel se hace más largo e interminable?
Es porque estás en medio de un proceso en el cual aprenderás a ser más fuerte, a recobrar ánimo, a respirar profundo y recuperar tu paz. A sacudirte las circunstancias negativas de la vida y confiar nuevamente en Dios, a tener paciencia y entender que no vives en soledad.
En medio de ese proceso aprenderás a dejar el temor, la inseguridad, la ansiedad y la desesperación y entonces podrás ver ese pequeño destello al final del túnel.
Aunque el proceso es doloroso, es necesario para tu vida, pues Dios te quiere decir y hacer sentir que él te ama y está contigo y eres la niña de sus ojos.
Recuerda, eres valiosa como las piedras preciosas, el dolor es momentáneo, el proceso es pasajero y pronto terminará. Animo todo lo puedes, en Él está la victoria, pues Él te lleva de la mano. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10
Recuerda lo que dice en el Salmo 30:5
“Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.”
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