para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida.
Salmos 90:14
No sé de ustedes, pero a mí me encanta la comida del desayuno. ¡Poder despertar y apetecer un rico café, unos huevitos, tocino, frijolitos, mmmm, ya me dio hambre! Y más me gusta el desayuno cuando es preparado por alguien más como mi esposo o mi mamá, cuando era pequeña. Me imagino una mesa puesta con un rico desayuno esperándonos preparado por Dios, cuando leo el Salmo 90:14. Saciamos cada mañana de tu amor inagotable. Qué rico que Dios nos llene por las mañanas de su amor inagotable. Su amor nos alimenta para tener un día satisfecho en él, y no ir tras las cosas cotidianas que nos afanan o nos estresan. Ser saciadas del amor de Dios por las mañanas es algo especial y requiere un tiempo de pasar con él. Aún más, de la llanura de su amor, nacerá un canto nuevo de alegría, día tras día. ¡Mi anhelo y oración para ti y para mí, es la misma que Moisés, el autor de este Salmo- Ser saciadas de su amor, para cantarle todos los días de nuestras vidas!
