Que feliz fuéramos si viviéramos una vida sin problemas, sin enfermedad, sin dolor, sin pobreza, Pero entonces cómo conoceríamos a DIOS? Es en nuestras dificultades que Dios se da a conocer a nuestras vidas personalmente.
La verdadera felicidad no viene de tener una vida sin aflicciones. La felicidad es aprender a vivir un día a la vez a pesar del dolor y la desilusión de las circunstancias y del pasado. La palabra de Dios nos dice en 2 corintios 1:4 “Él nos consuela en todas nuestra dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que DIOS NOS HA DADO A NOSOTROS”
Jesus quiere ser parte de nuestra vida cada mañana. El espera que despiertes y le invites a ser partícipe de tu día y espera que le entregues todos tus planes. La palabra de Dios dice en Proverbios 16:3 “Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.”
El quiere alinear tu voluntad y darte la sabiduría para enfrentar todo lo que te espera. Aun en las áreas que tienes que cambiar hoy Él te las mostrará con amor para que no sean un estorbo mañana. No dejes que el temor, la vergüenza, y el desánimo de lo que pasó ayer interrumpa lo que vas hacer HOY, Y no dejes que la preocupación del mañana oscurezca tu HOY.
Confía en Dios y haz lo mejor que puedas Hoy y deja que Él haga lo demás. Vive un día a la vez y no te preocupes por lo que pasara mañana.
Vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho obtiene el hombre de todo el trabajo con que se afana debajo del sol?
Eclesiastés 1:2-3
Y quién sabe si será sabio o necio el que se adueñe de todo el trabajo en que me afané y en el que ocupe mi sabiduría debajo del sol? Esto también es vanidad. Eclesiastes 2:19
- Paola Mendez `
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