La familia es una de las mejores y más importantes cosas en la vida. No elegimos la familia en la que nacemos Dios nos coloca donde quiere. Nacemos en una familia para ser amados y cuidados. Es allí donde aprendemos a amar, cuidar y servir a los demás, conocer nuestro propósito, vivir en seguridad, conocer nuestra identidad y ser aceptados, debe ser un lugar para crecer y experimentar alegría, unidad y el verdadero amor. Tal vez no creciste en una familia saludable y ahora tienes tu propia familia y ha sido un poco desafiante, pídale a Dios que te llene de su amor, guíe con su sabiduría y triga su restauración a tu familia. Entrégate a Él y deja que Él construya tu hogar. Nada es imposible para Él, déjalo obrar.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Cor 13:13
- Carolina Pflucker
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